Imperdible: la serie de libros que te ofrece El Pejerrey Empedernido
- El Pejerrey I
- 12 nov 2018
- 4 Min. de lectura
El periodista y escritor Victor Ego Ducrot viaja entre los pliegues de la cocina, de los sabores como memoria y, en tanto centralidades de la cultura de los pueblos, de sus patrimonios simbólicos.

Los sabores de la patria: Desde las invasiones inglesas y la Pericona –cocinera eximia y amante de Liniers- hasta el recetario de Evita, pasando por los hábitos culinarios en tiempos de Rosas, y la transformación radical de la gastronomía con la llegada de los inmigrantes, hasta llegar a nuestros días, Los sabores de la patria es un recorrido por las peculiaridades de la cocina en los siglos XIX y XX que narra desde un ángulo insólito la historia argentina.
La cocina argentina –no podía ser de otro modo- se desarrolla paralelamente a la historia del país y, al igual que él, tiene un pasado vertiginoso y cambiante. Víctor Ego Ducrot ofrece un menú de sorpresas que ligan la dimensión de logastronómico y del comer con la política, la vida privada, la economía y, por supuesto, con el amor.
Los sabores de la historia: ¿Qué cocinaron por primera vez los hombres reunidos alrededor del fuego? ¿Cómo funcionaba la picadora de vacas de Leonardo? ¿Con qué se alimentaban los miles de esclavos que construyeron las pirámides? ¿Quién enseñó a cocinar a los franceses? ¿Cómo sentar correctamente un envenenador a la mesa? ¿Es cierto que Napoleón perdió su Imperio por unas crepes? ¿Se acostumbraron los conquistadores a los sabores de América? ¿Cómo era y qué importancia tuvo la ruta de las especias?
La cocina expresa los cruces culturales de una sociedad, la vida cotidiana de los pueblos, su organización e idiosincrasia. Por eso, el autor reconstruye con pasión de conocedor y de cocinero la historia de las necesidades más simples y naturales del hombre: comer y beber. Una historia sobre las tradiciones, usos y gustos de los rincones más remotos del mundo y de todos los tiempos, desde los imperios de la Antigüedad hasta la comida chatarra del siglo XX, la corte de los Médici, los mecenas italianos de Leonardo, las sociedades americanas prehispánicas, el refinamiento ilustrado de los franceses o las comida cocoliche del Río de la Plata.
Los sabores de la historia es un relato exquisito que desmiente verdades consagradas, se encarna en anécdota de personajes y recetas célebres y se embellece con deliciosas leyendas sobre los orígenes del café, el té o el chocolate.
Los sabores del cine: La historia del cine a través de los films en los que la comida y los cocineros son protagonistas. Ingredientes: Casablanca; La cena; La gran comilona; La fiesta de Bebette; Big Night; Como agua para chocolate; Comer, beber, amar; El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante; Una pizca de Hitchcook. Preparación: para degustar este libro, se toman varios cocineros que manipulan, deshacen, alegran o terminan con la vida de sus comensales de celuloide. Se añaden historias de amor, lealtad, locura y sexo hasta obtener unas cuantas páginas con lo mejor de la historia del cine. La preparación viene acompañada de un recetario de película, en el que han colaborado, entre otros, Vittorio Gassman, Laura Esquivel, Alfred Hitchcook y Peter Greenway. Se disfruta aún más compartiendo un Martini en el Rick’s Bar junto a Humphrey Bogart o, de ser posible, mientras se mira Casablanca.
Los sabores del tango: La historia del comer y del beber de los porteños según la poética de sus tangos. Se desmenuzan sus letras, se agregan algunas anécdotas y se hornea todo junto hasta ver cómo comían las diferentes clases de porteños: los pitucos, los orres, los ranas, los otarios, los tilingos y los loros. Para la ensalada inmigrante, se mezclan tanos, gallegos, turcos y otras especias, hasta formar un cocoliche. Acompañar con champán o con pernó, mientras se estudia el recetario tanguero. Se recomienda consumir en El Tropezón o en el Café de los Angelitos, escuchando a Troilo. Es mejor si garúa tras el cristal.
Los sabores de la mafia: En este caso, los ingredientes son una camorra napolitana, una Cosa Nostra siciliana, una Yakusa japonesa, una triada china, varias familias ítalo-americanas y rusas, una pizca de mafia porteña y Padrinos a gusto. Para degustar este libro, se bate un Gorbachov pelado y se lo mezcla con dos Kenedy, una Marilyn al dente y un Capone. Cuando los contactos mafiosos leven, se enharina con polvo blanco al palo de amasar y se estira la masa en forma de pizza para contrabando. Mientras, se preparan todo tipo de pastas y comidas italianas, cuyos toques secretos se consiguen extorsionando a algunos de los soplones y cocineros. Si no se logra violar la ley seca, se bebe un té chino o japonés muy ceremonioso, luego jurar ormeta. El recetario fue obtenido arriesgando la vida por inconfesables calles de Sicilia, Nápoles, Little Italia y Chinatown.
La cocina como patrimonio (in) tangible: Compilación de ponencias realizadas en las Primeras Jornadas de Patrimonio Gastronómico, que organizó la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires en 2001.
Víctor Ego Ducrot nació en Buenos Aires en 1952. Es Doctor en Comunicación, periodista, escritor y docente en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Dirige la Agencia Periodística de Buenos Aires. Ha publicado El Color del dinero (1999), Bush & Bin Laden S.A. (2001) y la novela El Derrocado (2005). En coautoría con Stella Calloni, publicó La invasión a Irak: invasión y resistencia (2003) y Recolonización o independencia: América Latina en el siglo XXI (2004). En colaboración con varios autores, compiló Sigilo y nocturnidad en las prácticas periodísticas hegemónicas: una introducción al modelo teórico y metodológico Intencionalidad Editorial (2009).
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